lunes, 27 de junio de 2011

EL ETERNO CAPITÁN BLANCO

Tal día como hoy, 27 de junio, hace treinta y cuatro años nació un niño que se convertiría en una estrella, y en un modelo para millones de jóvenes por su entrega, su deportividad, y su trabajo en la profesión en la que comenzó con tan sólo once años cuando se matriculó en el equipo de fútbol amateur de su barrio, C.D. San Cristóbal de los Ángeles, para un par de años más tarde entrar a formar parte de las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Aunque no sería hasta dos años más tarde, cuando iría a parar al equipo  que le vio crecer y al que ha dedicado prácticamente toda su vida deportiva y todo su corazón, el Real Madrid.
Evidentemente, hablo de Raúl González Blanco, delantero español que ha militado durante dieciseis años en el equipo madridista, y que abandonó el club, va a hacer un año, rumbo a Alemania al Schalke 04 donde sigue haciendo historia. 

Hablar de Raúl, es hablar de cifras y de números espectaculares, pero es algo más, mucho más para sus aficionados. Es hablar del "gran capitán blanco", del 7 madridista, de un símbolo del Real Madrid. 
A una servidora, le hace especial ilusión escribir hoy sobre este gran futbolista, porque he de reconocer que para mi el Real Madrid y el fútbol, no habrían sido lo mismo sin él. ¡Qué le voy a hacer si me produce una simpatía especial! 
Era muy pequeña cuando Raúl debutó con tan sólo diecisiete años de la mano de Jorge Valdano en la Romareda ante el Real Zaragoza, pero uno de mis primeros recuerdos futbolísticos es precisamente él, y he seguido toda su carrera en el Real Madrid hasta que cerró el círculo y terminó su historia blanca en el mismo lugar donde la empezó, contra el Zaragoza marcando su último gol como madridista.
Podría escribir un largo párrafo con sus números y su palmarés, pero al final sólo son cifras, y además están al alcance de todos a sólo un click de ratón. Por eso prefiero dedicarle un párrafo personal hablando de lo que significa para los madridistas.



Tan odiado como amado, el caso es que Raúl González Blanco no deja indiferente a nadie. Es una especie de "niño prodigio" al que hemos visto crecer y madurar, y pasar de ser aquel joven enclenque de los 90 al que le sobraba la equipación por todos los lados, a ser un hombre con centenares de goles y seguidores a sus espaldas que le idolatran como si de un Dios se tratara.
"El muerto" o "el que nunca hace nada", como también se le ha conocido irónicamente, se ha ganado el afecto, la admiración y el respeto de la gran mayoría del mundo del fútbol y de los aficionados madridistas, a base de goles, de trabajo duro y de entrega a un club y a un deporte, que lo ha sido, lo es y lo será siempre todo para él.

Desde aquí, felices treinta y cuatro años, y mucha suerte capitán.




sábado, 25 de junio de 2011

Born to be wild

Hace unos días iba en el coche con unas amigas, cuando empezó a sonar una canción de Bob Dylan, y empezamos a debatir animadamente sobre "canciones de carretera o viaje"; esas canciones que oyes cuando te imaginas un día soleado y de cielo despejado, mientras vas rumbo a algún sitio increíble en un descapotable con el pelo suelto revoloteando por el viento, mientras cantas esa canción con tus amigos... (perdónenme, pero películas como Easy Rider o Telma y Louise fomentan esta fantasía a lo videoclip...).

El caso es que ahora que ya ha empezado el verano, y con él el buen tiempo y las vacaciones, todos cogemos el coche para irnos a algún sitio, y la música es nuestra mejor compañera de viaje. Canciones que no sólo nos hacen más ameno y corto el viaje, sino que nos transportan a un mundo de fantasía y optimismo en el que todo desaparece excepto la carretera que te lleva al paraíso, los amigos que te acompañan, y un formidable sentimiento de libertad y descanso, que es para lo que son las vacaciones.

Pero, ¿cuáles son esas canciones que te escoltan hasta tu idílico destino? Cada uno tendrá unas u otras dependiendo de sus gustos, claro está. Aún así, hablando del tema con varias personas, casi siempre suelen mencionar canciones guitarreras con un punto de folk y country o canciones rockeras, supongo que precisamente por influencia de películas como las que antes nombraba.
"Born to be wild" (para mi personalmente, la canción de viaje por excelencia, de ahí el título del post), "Hotel California", "Sweet Home Alabama", "The Bittersweet Symphony", "California Dreaming", "The House of the Rising Sun" ... canciones de Johnny Cash, de los Doors, de Simon & Garfunkel, de Bob Dylan, de los Creedence Clearwater, de los Who, los Rolling Stones o los Beatles... son canciones y grupos que te gusten más o menos, y los escuches más o menos durante todo el año, cuando vienen estos viajes, te apetecen escuchar, y alguna canción suya cae.
Por supuesto, habrá gente que escuche a Lady Gaga, a David Guetta, a Pitbull, a Shakira, a Alejandro Sanz o a la Oreja de Van Gogh... o incluso un poco de todo. Como decía, al final esto, como todo, va por gustos, pero nadie me podrá negar que este tipo de música se mimetiza a la perfección con la carretera, y con estos viajes de varias horas en el coche, con alguna pequeña parada en la gasolinera para repostar, ir al servicio, estirar las piernas, y comprar un bocadillo y una botella de agua, y así seguir conduciendo hasta nuestro ansiado destino.
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